5 Ejercicios para entrenar tus oídos

Los audífonos pueden corregir una pérdida auditiva, pero lo más habitual es que, en un primer momento, la experiencia auditiva no sea igual de nuevo.

Después de cierto tiempo sin recibir todos los estímulos sonoros, el cerebro se desacostumbra a algunos sonidos, y deberás entrenar tus oídos para volver a escuchar como antes.

Antes de exponerte a una situación auditiva difícil, como un concierto o bares con mucho ruido, recomendamos entrenar los oídos para tener una experiencia agradable. En este sentido, te recomendamos algunos ejercicios para acostumbrarte a escuchar de nuevo.

1. Entrenar tus oídos, ¿en qué consiste?

El objetivo del entrenamiento auditivo es mantener en forma la audición, sin importar la capacidad auditiva de cada persona. Es decir, las personas sin problemas auditivos también pueden beneficiarse de estos ejercicios.

Sin embargo, los pacientes con hipoacusia son los que buscan acostumbrarse de nuevo a la comprensión y percibir los sonidos con una mayor fluidez.

Se trata de técnicas de estimulación y rehabilitación integral que mejora el funcionamiento del oído. Antes de empezar será necesario una valoración por parte de un profesional de la audición que será quien recomiende ejercicios en función de la capacidad auditiva de cada persona.

1.1. Empezar por sonidos suaves

El entrenamiento auditivo debe ser progresivo, por lo que se debe empezar por sonidos suaves. Ser conscientes de nuestra respiración o nuestros propios pasos es una de las mejores formas de empezar. 

Otros sonidos suaves que pueden resultar interesantes son el pasar de las hojas de un libro, el accionar el interruptor de luz, el aire acondicionado, etc.

Además de escucharlos, intenta describirlos (los sonidos pueden ser opacos, metálicos, tener eco, etc.) y clasificarlos según te resulten agradables, familiares, molestos, divertidos, etc. Este tipo de información le servirá de guía al audioprotesista para realizar pequeños ajustes en tu siguiente visita.

1.2. Oír nuestra propia voz

Una vez se ha hecho la adaptación de los nuevos audífonos, la propia voz puede parecer extraña. Leer en voz alta e ir prestando atención puede ser de gran ayuda para ir acostumbrándonos a ella. 

1.3. Acostumbrarse a conversaciones

Una vez que nos hemos adaptado a nuestra propia voz, podemos pasar a este siguiente punto

Consiste en mantener conversaciones con familiares o amigos en un espacio tranquilo. Es importante que no sea demasiado larga para evitar el agotamiento.

Además, también deberíamos realizar una llamada telefónica a conocidos. Con esto conseguiremos empezar a manejar la conexión inalámbrica con el móvil y a hablar por él.

Por último, puedes ver una película, una serie o escuchar la radio en un ambiente tranquilo.

Antes de pasar al siguiente, puedes repetir este ejercicio y el anterior tantas veces como sea necesario hasta que hayas adquirido confianza y seguridad.

1.4. Acostumbrarse a sonidos fuertes

Una vez hayas superado los dos ejercicios anteriores, podemos pasar a mantener una conversación en un ambiente ruidoso. Para este tipo de ejercicio basta con ir a una cafetería en la que haya ruido de fondo.

El secreto es tener paciencia. Puede que tardemos algunos días o incluso un par de semanas en acostumbrarse; lo más importante es seguir practicando.

Aumenta el reto y trata de mantener una conversación con varias personas en un ambiente ruidoso.

1.5. Enfocar la audición

Cuando se puede escuchar mejor con los audífonos, y es posible comunicarse bien en situaciones difíciles, es momento de pasar a la escucha selectiva. Es decir, ser un oyente centrado y alerta, que puede escuchar lo que necesita oír e ignorar el resto. 

En situaciones auditivas difíciles, enfocar la audición requiere de un esfuerzo incluso para las personas sin problemas auditivos. Por eso, una de las prestaciones más solicitadas por los usuarios de audífonos es la direccionalidad. Esta función ofrece a los usuarios la posibilidad de concentrarse en los sonidos que son importantes para ellos sin perder la conciencia de lo que sucede alrededor. Además, permite seguir conversaciones sin esfuerzo y cambiar la atención de forma natural.

Lo primero será tratar de identificar sonidos desconocidos en entornos ruidosos, mientras se intenta ignorar los sonidos irrelevantes. Con la práctica, aprenderás a focalizar tu atención en los sonidos importantes y discriminar los no deseados.