La última actualización se ha realizado el 29/09/2022. El artículo ha sido revisado por Alberto Gallardo Balber.
Aunque la audiometría es una de las pruebas auditivas más comunes, por lo general solo se conoce la audiometría tonal. Por eso queremos explicarte otra de las pruebas auditivas, la logoaudiometría o audiometría verbal.
De todos los sonidos que oye el ser humano, la voz es –sin duda alguna– el más importante, ya que es la base de la comunicación.
1. Logoaudiometría o audiometría verbal
La audiometría verbal, también conocida como logoaudiometría, mide la capacidad de comprensión del paciente. Es una prueba común en los centros auditivos de calidad y completamente necesaria a la hora de adaptar unos audífonos.
Su principal objetivo es valorar la inteligibilidad del habla, la comprensión del lenguaje, y la discriminación, que es capacidad de distinguir los fonemas.
La logoaudiometría es una prueba no invasiva, rápida e indolora, que sirve para evaluar la función del sistema auditivo periférico y central. Tiene una gran importancia para las indicaciones sobre el tratamiento protésico y el diagnóstico de patologías retrococleares.
A su vez, la audiometría vocal, puede realizarse en silencio o con ruido de fondo. Esta última se refiere más a la audición del paciente en una situación real y es mucho más útil para determinar una solución tecnológica que combata el ruido.
2. Diferencia entre audiometría verbal y tonal
Una audiometría está compuesta por dos pruebas, la tonal y la verbal o logoaudiometría.
La principal diferencia es que la audiometría tonal mide únicamente la capacidad del paciente para escuchar los sonidos, sin tomar en cuenta si los comprende o no. Por su parte, la audiometría verbal no mide cuánto oye el paciente, sino cuánto entiende.
Ambas pruebas son realizadas por el audiólogo en un centro auditivo y son complementarias la una a la otra.
3. ¿Cómo se realiza la audiometría verbal?
La logoaudiometría se realiza en cabina o sala insonorizada. Se puede realizar en cada oído de forma independiente, gracias a unos auriculares, o en campo libre para evaluar la audición binaural.
El centro auditivo podrá contar con grabaciones de fonemas a reproducir, pero también pueden ser pronunciados en tiempo real por el profesional. De cualquier forma, los estímulos se adaptan a la edad del paciente y su idioma materno.
Los principales sonidos a los que deberá responder el paciente son:
- Fonemas.
- Palabras.
- Frases.
El paciente escuchará una serie de palabras de menor a mayor intensidad, con un intervalo de tres segundos entre ellas, y este deberá tratar de repetirlas inmediatamente después de escucharlas.
Para medir el porcentaje de discriminación, se presentará una lista de palabras a intervalos de 10 dB por encima del umbral de recepción de la palabra. Se anota el número de palabras acertadas, se calcula el porcentaje y se construye un audiograma verbal.
Interpretación del audiograma verbal
La audiometría verbal se refleja en un audiograma verbal, el cual tiene los siguientes parámetros.
- Umbral de recepción de la palabra: se mide en dB y refleja la intensidad mínima en que el paciente puede comprender al menos el 50% de las palabras presentadas. Evalúa la intensidad del oído.
- Porcentaje de discriminación: es el porcentaje de fonemas que el paciente puede oír a una intensidad de 35 dB por encima del umbral de recepción de palabras.
En el audiograma verbal se muestra el porcentaje de discriminación en el eje vertical, de abajo hacia arriba, y el umbral de recepción de la palabra en el eje horizontal, de izquierda a derecha.
- Hipoacusia de transmisión: inteligibilidad 100%.
- Hipoacusia coclear: inteligibilidad 50-90%.
- Hipoacusia coclear con reclutamiento: inteligibilidad 30-80%.
- Hipoacusia retrococlear: inteligibilidad <40%.
Un audiograma correcto debería mostrar una curva con conformación normal en S, sin deformaciones, que llega al 100% y se mantiene por detrás de los 20 dB HL.
¿Cuándo es necesario realizar una audiometría verbal?
Consejo Profesional
La audiometría verbal se utiliza principalmente para determinar la pérdida auditiva en una etapa temprana, pero también puede servir para diagnosticar otros problemas auditivos.
Los pacientes deberían realizarse una revisión periódica anual, a partir de los 50 años, o incluso antes si existen problemas auditivos en el historial familiar.
Alberto Gallardo Balber
Técnico superior en óptica y anteojería con experiencia en Multiópticas y Soloptical. Técnico superior en audiología protésica con experiencia en gabinetes auditivos como GAES y Microaudio.