Hipoacusia neurosensorial laboral: enfermedad profesional

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La última actualización se ha realizado el 18/04/2022. El artículo ha sido revisado por Julio Gómez Relinque.

El ruido en el entorno laboral es un problema que puede derivar en diferentes enfermedades. Una de ellas, y la más habitual, es la hipoacusia neurosensorial laboral.

La exposición prolongada a ruidos en el trabajo pueden dañar la audición y suponer un riesgo para la seguridad. Además de poder desarrollar una hipoacusia gradual, los daños causados por ruidos repentinos y extremadamente fuertes también son un factor de riesgo. El daño auditivo es incapacitante, ya que puede impedir que seamos capaces de entender el habla, mantener conversaciones o hablar por teléfono.

El ruido en el trabajo

La pérdida de audición inducida por el ruido es la enfermedad profesional más común en Europa. Este tipo de pérdida auditiva generalmente es causado por una exposición prolongada a ruidos fuertes aunque también es posible debido a la exposición a productos químicos ototóxicos:

  • Disolventes (estireno, tricloroetileno, tolueno)
  • Metales y compuestos (compuestos de mercurio, plomo, compuestos orgánicos de estaño)
  • Asfixiantes (monóxido de carbono, cianuro de hidrógeno)
  • Nitrilos (3-Butenenitrilo, cis-2-pentenenitrilo, acrilonitrilo)
  • Fármacos (ciertos agentes antineoplásicos)

A menos que se aborde el problema del ruido, la audición de la persona expuesta se deteriorará gradualmente hasta que tenga dificultad para percibir y comprender los sonidos, empezando con los más altos.

La pérdida de audición no es el único problema. Las personas pueden desarrollar acúfenos (zumbidos, pitidos, silbidos o pitidos en los oídos), una condición molesta que puede que puede provocar trastornos del sueño.

Hipoacusia neurosensorial laboral, ¿qué es?

Un paciente padece hipoacusia neurosensorial cuando las células ciliadas que conforman la cóclea, mueren o sufren algún daño ya sea por motivos genéticos o por traumatismos por exposición a fuertes ruidos. 

Basado en lo anterior podemos dividir la hipoacusia neurosensorial en dos tipos diferentes.

  • Hipoacusia neurosensorial congénita. Tal y como su nombre lo indica, surge desde el nacimiento. En algunos casos, el bebé lo adquiere por motivos hereditarios o por problemas ocasionados durante el embarazo.
  • Hipoacusia neurosensorial adquirida. Este tipo de hipoacusia es causada por diferentes factores como: síndrome de Ménière, meningitis, traumatismos, alteraciones en los vasos sanguíneos o por exposición a ruidos fuertes.

Cuando la pérdida auditiva afecta solo a un oído, se le conoce como hipoacusia unilateral, si el problema se presenta en ambos oídos estaríamos ante una hipoacusia bilateral.

Diagnóstico de la hipoacusia neurosensorial

Existen pruebas auditivas para detectar la hipoacusia neurosensorial. Las más comunes son: 

  • Audiometría de tono puro: mediante el uso de un audiómetro se cuantifica el grado de hipoacusia que presenta el paciente. El paciente deberá colocarse unos auriculares que emiten sonidos con frecuencias específicas con diferente intensidad para determinar el nivel de capacidad auditiva en cada oído.

    Los resultados de la prueba de audiometría se muestran en un audiograma. Este es un gráfico que muestra la diferencia entre el umbral auditivo del paciente y los rangos normales que debería percibir un oído sano en cada frecuencia. El especialista diagnostica hipoacusia cuando el audiograma muestra un umbral de audición > 25 dB.
  • Audiometría del habla: este estudio se basa en el indicador URH. Se mide la intensidad con la cual el paciente reconoce las palabras que escucha.

    Durante la prueba, el especialista reproduce una lista de palabras conformadas por sílabas que tienen similar acentuación e intensidades específicas. Tras escucharlas el paciente deberá repetirlas correctamente. Con esta herramienta se puede determinar el nivel de audición del paciente, así como su umbral de discriminación del habla, que se refiere a la capacidad para distinguir una palabra de otra.

Estas son dos de las pruebas auditivas principales que se suelen realizar. Además de las audiometrías, los especialistas de la audición realizan otro tipo de exámenes auditivos como una otoscopia, reflejo estapedial o la impedanciometría. 

Consejo Pro

Los trabajadores expuestos a ruidos fuertes deben someterse a pruebas auditivas periódicas. La frecuencia de las pruebas auditivas depende del tipo de trabajo y de la exposición al ruido, así como de su historial de salud auditiva. 

>> Los trabajadores con una audición normal, y sin ningún otro síntoma, pueden someterse a pruebas auditivas anuales. 

>> Los trabajadores a los que se les ha diagnosticado previamente una deficiencia auditiva o síntomas relacionados pueden someterse a una prueba auditiva cada 6 meses.

>> En algunos casos, algunos trabajadores pueden someterse a una prueba auditiva cada 3 meses para controlar su audición.


Efectos sobre la audición del ruido en el trabajo

La exposición prolongada al ruido puede causar sordera laboral, pero esta no es la única consecuencia de la exposición prolongada a niveles elevados de ruido.

Los efectos en la salud de la contaminación acústica en el lugar de trabajo pueden tener otros efectos:

  • Interferencia en la transmisión del lenguaje
  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Períodos de descanso fuera del trabajo
  • Efectos en la salud mental y del comportamiento
  • Interferencia con otras actividades

Existía ruido molesto en su lugar de trabajo, siendo el 9,3% calificado como alto o muy alto, independientemente de su valor de intensidad, objetivamente alto o superior a 80 decibelios.


¿Tengo un problema de ruido en mi lugar de trabajo?

Es probable que tengas que hacer algo con respecto al ruido en tu lugar de trabajo si se da alguno de los siguientes casos:

  • El ruido es intrusivo. Por ejemplo, con tanto ruido como en una carretera con mucho tráfico, una aspiradora, un restaurante lleno de gente.
  • Tus empleados o compañeros de trabajo tienen que levantar la voz para mantener una conversación normal. Cuando están a unos 2 m de distancia.
  • Se utilizan herramientas o maquinaria ruidosa durante más de media hora hora cada día. Los sectores en los que suele haber tareas con ruido son por ejemplo: la construcción, agricultura, reparación de carreteras, fábricas, etc.

¿Cuáles son los niveles de ruido permitidos en mi lugar de trabajo?

Todas las empresas están obligadas a realizar una evaluación de riesgos. Si esta demuestra que cumplen o superan los niveles de ruido permitidos la empresa tiene que notificártelo. Además de tomar las medidas necesarias para reducirlo, deben ofrecer a los trabajadores la formación necesaria para que puedan contribuir a que el ruido no suponga un riesgo para la salud.


Cómo proteger la audición en el entorno laboral

Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, los trabajadores sólo deben estar expuestos a un nivel sonoro medio máximo de 85 decibelios durante un turno de 8 horas. Por cada aumento de cinco decibelios por encima de los 85 decibelios, el tiempo máximo de exposición debe reducirse a la mitad.

  • Utiliza una protección auditiva adecuada. Se debe utilizar protección auditiva siempre que los niveles de ruido superen los 85 decibelios. Las protecciones más habituales en el entorno laboral son: tapones para los oídos, orejeras y dispositivos personalizados.
  • Revisión auditiva anual. Un examen auditivo completo ofrece la oportunidad de conocer el estado de la audición y hacer un seguimiento de cualquier cambio. Si trabajas en un trabajo con mucho ruido, es especialmente importante vigilar cualquier cambio en la audición para evitar daños permanentes.

¿La hipoacusia neurosensorial tiene algún grado de minusvalía?

Sufrir pérdida auditiva representa un obstáculo para realizar ciertas actividades como tener conversaciones, sin embargo, la diferencia entre considerar o no la hipoacusia como una minusvalía, está en los niveles de daño que presente.

Desde el punto de vista laboral, podemos decir que un trabajador es considerado apto para solicitar una minusvalía cuando el nivel de daño en uno o ambos oídos supera el 33% de gravedad y la condición es irreversible.

Puedes consultar toda la información relacionada con la discapacidad auditiva en este articulo de nuestro blog.


Fuentes:

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