La última actualización se ha realizado el 18/01/2022. El artículo ha sido revisado por Julio Gómez Relinque.
¿Sientes que no soportas algunos sonidos? ¿Tu estado de ánimo cambia al escuchar un ruido específico? Quizás sufres de misofonía y no lo sabes. Por eso es bueno que conozcas todo sobre esta afección y aquí te daremos toda la información.
¿Qué es la misofonía?
La misofonía es un trastorno neurológico, específicamente asociado a un trastorno obsesivo compulsivo que se refleja en la intolerancia a algunos sonidos. Esta intolerancia se da especialmente si los sonidos se producen de manera repetitiva, ya sean producidos por las personas, animales, objetos o el medio ambiente.
Los sonidos o ruidos que pueden afectar a una persona que sufra de misofonía son incontables y pueden ser desde silbidos o el goteo de una tubería, hasta los bostezos.
De hecho, quienes la padecen, son incapaces de soportar hasta aquellos sonidos que para muchas personas son imperceptibles, como por ejemplo, la respiración.
Dicha intolerancia puede generar alteración, irritabilidad, estrés, ansiedad y en algunos casos reacciones agresivas. Quienes sufren de este trastorno, son conocidos con el nombre de misofónicos.
¿Cuáles son las causas de la misofonía?
Algunos estudios indican que la misofonía podría estar asociada a experiencias negativas del pasado relacionadas con determinados sonidos.
Sin embargo, por ser considerado un trastorno neurológico, también se relaciona con las manías y las fobias, donde están presentes diversos aspectos psicológicos que juegan un papel determinante y podrían ser parte de su causa u origen.
Síntomas de la intolerancia a los sonidos
Más que síntomas, la misofonía produce diversas sensaciones o alteraciones de la conducta, entre las que se tienen:
- Sudoración en las manos
- Ira
- Ansiedad
- Mal humor
- Sensibilidad
- Tristeza
- Memorización y recuerdo del sonido molesto por periodos prolongados
- Desesperación
- Deseos de huir
- Ataques de pánico
- Actitud irracional
- Agresividad
- Conductas poco aceptadas a nivel social
- Manifestaciones de violencia
Existe una escala llamada Escala de activación misofonía (MAS-1), en la cual se especifican los 10 niveles de la patología y los síntomas manifestados en cada uno. Estos van desde el no sentir molestias a pesar de escuchar el sonido, hasta la autoagresión.
Es importante tratar la misofonía a tiempo, pues en el peor de los casos podría llegar a convertirse en una fonofobia. Para ello, la comunicación es vital, pues da lugar a la toma de acciones ya sea para mantenerla controlada o para buscar ayuda profesional en el caso de que el padecimiento este ocasionando malestares severos.
Implicaciones a nivel social
Este trastorno no solo afecta a los pacientes a nivel psicológico, sino también a nivel social, personal y laboral, ya que algunos deciden aislarse por el hecho de sentirse incomprendidos y viven de manera limitada. Esto podría derivar, entre otras cosas, en depresión.
Ante esta situación, lo mejor es que el paciente exprese lo que le sucede; de esta forma, quienes los rodean también podrán entender las razones de las conductas en caso de que haya manifestado alguna “sin razón aparente” y en lugar de rechazarlo, podría contribuir a la búsqueda de soluciones.
Tratamientos para la misofonía
La buena noticia es que la misofonía se puede controlar y hasta ponerle una solución. Lo más importante es que la persona que sufre misofonía, en lugar de aislarse, manifieste lo que le sucede y acuda un profesional para que le pueda evaluar, emitir un diagnóstico y ofrecerle las recomendaciones necesarias para que la persona pueda llevar una vida normal.
Existen varias terapias de conducta para el tratamiento o control de la misofonía. En ocasiones se utiliza la sonoterapia con el objetivo de generar cierta adaptación o aceptación a los sonidos que causan las molestias.
De igual modo, la aplicación de cada una dependerá del grado de la patología.
Así mismo, hay una serie de recomendaciones que si bien no curan la misofonía, puede ayudar a que el paciente no experimente sensaciones desagradables en su día a día. Algunas de ellas son:
- Escuchar música para desviar la atención del ruido o patrón de sonido que los afecta.
- De ser posible, retirarse del lugar donde se produzca el sonido que le cause molestias.
Misofonía e hiperacusia: ¿En qué se diferencian?
Es importante aclarar que no se deben confundir ambos términos, ya que aunque están relacionados con los sonidos, no son lo mismo.
- Quienes padecen de hiperacusia experimentan una sensación de amplitud de los sonidos que lo rodean, mientras que los misofónicos son intolerantes solo a ciertos sonidos.
- Las personas que sufren de hiperacusia catalogan algunos sonidos como dolorosos debido a la fuerte intensidad con la que los perciben, cosa que no sucede con los misofónicos.
- La hiperacusia es una patología del oído, mientras que la misofonía es considerada un trastorno neurológico.
- Tanto los síntomas como los tratamiento de ambas afecciones son completamente diferentes.
- Los médicos que tratan la hiperacusia son el otorrinolaringólogo o el otólogo, mientras que la misofonía debe ser tratada por psicólogos o psiquiatras.
Julio Gómez Relinque
Audioprotesista con más de 8 años de experiencia en diferentes centros auditivos de España. Embajador 2020 Forward Thinking. Seleccionado para proyectos en GoLatam 2018. Actualmente Director de Audiología en Audifono.es