La última actualización se ha realizado el 08/03/2022. El artículo ha sido revisado por Alberto Bokos Zarraga.
Si bien la pérdida de audición se manifiesta sobre todo en edades avanzadas, su origen suele estar en la infancia o en la juventud.
De hecho, la OMS afirma que el 50% de las pérdidas auditivas se pueden prevenir tomando con los hábitos de prevención adecuados. Por eso, no podemos dejar de cuidar nuestra audición por mucho que pasen los años.
Con estos consejos te explicamos cómo puedes mantener tus oídos en forma para prevenir la pérdida auditiva, las infecciones de oído o la aparición de otras patologías más graves.
1. Hábitos saludables para cuidar el oído
No existe una edad límite para empezar a cuidar la audición: se trata de un hábito que debemos mantener a lo largo de la vida. Con estas prácticas podemos mantener en forma nuestra audición de forma constante.
1. 1 Baja el volumen
Mantener durante un periodo de tiempo largo el volumen de la televisión y la música demasiado alto es un factor de riesgo para la aparición de patologías auditivas. Además, no es recomendable tener funcionando varios aparatos sonoros al mismo tiempo y creando mucha distorsión acústica.
Si usas auriculares, ten en cuenta que no es aconsejable usarlos durante más de una hora al día ni al máximo de su frecuencia. Procura no subir el volumen por encima del 60%, de forma que puedas escuchar los sonidos que se producen a tu alrededor.
Pasar mucho tiempo escuchando a altos volúmenes, y demasiado distorsionados, puede provocar audífonos o patologías aún mayores: por eso es algo que debemos evitar para cuidar nuestros oídos de forma adecuada.
1. 2 No te expongas a los ruidos fuertes
Intenta no exponerte de forma constante a ruidos fuertes. En un concierto o ambientes con excesiva distorsión acústica como discotecas, trata de situarte lo más lejos posible del altavoz.
Si trabajas en una fábrica o en el sector de la construcción, por ejemplo, es probable que el ruido forme parte de tu día a día de manera inevitable. En este caso, es recomendable usar cascos aislantes o tapones.
El sonido es proporcionalmente lesivo a la intensidad y al tiempo de exposición. Tanto en el trabajo como en las actividades recreativas, se aconseja no sobrepasar los 65 dB de escucha, aunque ten en cuenta que el ambiente de los bares o conciertos suelen superar los 110 dB.
1. 3 Protege tus oídos en el agua
La humedad puede provocar algunos problemas como otitis o infecciones por hongos. Si te sumerges bajo el agua, usar tapone puede ser una medida de protección.
El agua acumulada durante la ducha también puede provocar daños en el conducto auditivo. Para limpiar la humedad acumulada sécate bien los oídos al salir, incluso podrías ayudarte de un secador de pelo.
Al contrario de lo que se piensa, introducir cualquier tipo de objeto dentro del canal auditivo puede provocar daños en la membrana interior. Si percibes suciedad en el oído, límpialo por fuera o acude a tu centro auditivo por si fuera síntoma de un afección mayor.
1. 4 Limpia tus oídos, pero sin bastoncillos
Limpiar tus oídos de forma adecuada tiene que formar parte de tu rutina de aseo y cuidado de los oídos. Sin embargo, en ningún caso se recomienda el uso de bastoncillos de algodón. Lávalos y sécalos bien, pero no trates de eliminar por completo la cera acumulada, ya que esta tiene un efecto protector ante las infecciones.
1. 5 Alterna los oídos al hablar por teléfono
Si pasas mucho tiempo hablando por teléfono, puede que incluso notes el oído adormecido al terminar la conversación. Sin embargo, esto no es para nada positivo de cara a conservar tu salud auditiva.
Por eso, si la conversación telefónica va para largo, trata de intercambiar el oído sobre el que se apoya tu teléfono. Procura, también, que tu móvil no ejerza demasiada presión contra la oreja.
1. 6 Cuidado con las infecciones, los resfriados y las gripes
Aunque siempre has de prestar atención al cuidado de los oídos, debes extremar estas precauciones siempre que tengas un resfriado o una gripe.
Ante una bajada de defensas, tenemos más predisposición a contraer cualquier infección. Si esta no recibe un tratamiento adecuado y se agrava, dicha infección podría provocar una pérdida de audición.
Si notas cualquier tipo de molestia en el oído, tu primera opción debe ser acudir a un especialista médico.
1. 7 Protege tus oídos del viento
El viento muy fuerte puede hacer que notes zumbidos en tus oídos y se inflamen. Las orejeras pueden ser una solución protectora ante la acción violenta del viento.
Si conduces durante un periodo de tiempo largo, evita también abrir por completo la ventana del coche: expondrás el oído a una fuerte presión y el efecto del viento creará una distorsión acústica molesta.
2. Algunos consejos para prevenir la sordera
La Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC) hace suyos los consejos de la Organización Mundial de la Salud, donde se enumeran una serie de recomendaciones para prevenir la sordera, como:
- Vacunar a los niños contra las enfermedades infantiles más comunes, tales como el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis. Así mismo, conviene vigilar la audición de los niños durante su crecimiento; proteger los oídos del frío, evitar que se expongan a ruidos fuertes y cuidar su higiene.
- Revisar periódicamente nuestra salud auditiva, y especialmente en el caso de los niños.
- Evitar el consumo de medicamentos ototóxicos. Entre los más utilizados se encuentran la aspirina, el paracetamol, los antiinflamatorios no esteroideos (Ibuprofeno), los antibióticos del grupo aminoglucósidos y los anticomiciales.
La OMS, pone también atención en la prevención de determinadas enfermedades cardiovasculares, que están relacionadas con la pérdida de audición y un mayor índice de mortalidad. La diabetes, la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo son factores de riesgo asociados a la presbiacusia.
3. Cómo conocer el estado de tu audición
Si notas cualquier tipo de molestia en tus oídos, acude directamente a tu especialista. Si sientes pérdida en tu capacidad auditiva, puedes acudir a un centro especializado donde estudiarán tu salud auditiva a través de diferentes pruebas.
Pasados los 50 años entramos en una etapa de riesgo para la salud auditiva, por lo que es recomendable que nuestra audición sea revisada de forma periódica por un audiólogo.
Artículo en colaboración con: