La última actualización se ha realizado el 23/11/2022. El artículo ha sido revisado por Sheila González.
Al igual que ocurre con muchas otras patologías, la hipoacusia está rodeada de falsas creencias. Sin embargo, entender la realidad de las personas con deficiencia auditiva es un paso importante hacia mejorar su calidad de vida.
En este artículo desmontamos algunas de las mentiras sobre la sordera más difundidas.
1. La sordera se detecta fácilmente
Muchos piensan que las personas con sordera son incapaces de oír en su totalidad, por lo que creen que notarán si su audición desaparece de un día para el otro. Sin embargo, los casos de sordera súbita son pocos comunes.
Debido a que la pérdida auditiva se presenta de forma progresiva, las personas empiezan a cambiar sus hábitos de escucha antes de plantearse la posibilidad de tener hipoacusia. Incluso tras acudir al médico, hará falta una serie de pruebas de audición para poder diagnosticar la hipoacusia.
2. Las personas sordas son sordomudas
El término “sordomudo” se ha utilizado durante décadas para referirse a las personas sordas, pero es algo que resulta molesto para el colectivo.
Se origina bajo la creencia de que las personas que no pueden escuchar tampoco pueden hablar, pero hay que considerar que no todas las sorderas se desarrollan antes de la adquisición del habla. Además, con terapia del lenguaje es posible que una persona sorda aprenda a hablar.
3. La lengua de signos es universal
¿Por qué, si no todos los oyentes hablan el mismo idioma, se asume que todas las personas sordas hablan la misma lengua de signos? Al igual que ocurre con las lenguas orales, la lengua de signosno es universal.
En un mismo país pueden coexistir diferentes lenguas de signos, como es el caso de España, donde contamos con el Lengua de Signos Española (LSE) y la Lengua de Signos Catalana (LSC).
4. Signar es hablar
Utilizar signos para comunicarse no es simplemente “otra manera de hablar”. Las personas que usan lengua de signos no hablan, signan. De hecho, las lenguas de signos ni siquiera tienen la misma construcción lingüística que las lenguas orales.
Las lenguas, tanto orales como de signos, tienen sus propias reglas gramaticales y nunca se traducen palabra a palabra.
5. Todas las personas sordas leen los labios
Es común pensar que todas las personas sordas pueden comunicarse fácilmente leyendo los labios, porque “están acostumbrados”. Sin embargo, las lenguas orales están concebidas para ser percibidas por el oído, no por la vista.
Aunque durante la pandemia hemos visto cómo se ha perdido la capacidad de entendimiento, ya que muchos se apoyan en expresiones faciales y la lectura de labios para entender a otras personas, no implica que se sepa leer los labios.
La lectura de labios requiere de un conocimiento previo sobre lingüística. Además, hay situaciones que dificultan la lectura labial, como la falta de luz, las mascarillas, la velocidad, y la mala vocalización del hablante.
6. Los niños sordos aprenden lento
Es cierto que los niños con pérdida auditiva sin tratamiento ven mermada su capacidad de aprendizaje, pero esto se debe a la sordera por sí misma, sino a las dificultades que afrontan. Tanto la incapacidad para oír como el aislamiento son los que afectan su aprendizaje.
Sin embargo, con las soluciones auditivas adecuadas, y con ayuda, el niño será capaz de tener una formación académica como cualquier otro niño de su edad.
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7. Todas las sorderas se solucionan con un implante
Aunque las soluciones auditivas actuales son muy avanzadas y pueden corregir pérdidas auditivas profundas, hay que recordar que cada caso de hipoacusia es diferente.
Solo los profesionales acreditados pueden determinar si una pérdida auditiva puede o no ser tratada con la implementación de un audífono o implante coclear, tras la realización de pruebas auditivas.
Sheila González
Creadora de contenido especializada en el sector de la audiología desde hace 4 años. Experta en SEO, marketing de contenidos y productos de audiología.