Audífonos analógicos
Los audífonos analógicos ya no son tan comunes como antes y es que los grandes fabricantes de audífonos ya no comercializan este tipo de audífonos.
Gracias a la evolución de la tecnología digital disponible hoy en día, la mayoría de las personas pueden encontrar un audífono digital mucho más avanzado y con mejor tecnología.
¿Cómo funcionan los audífonos analógicos?
Los audífonos analógicos funcionan convirtiendo las ondas sonoras en señales eléctricas. A continuación, las señales eléctricas se amplifican.
Los audífonos analógicos los adaptaba un profesional de la salud auditiva en función del tipo y el grado de la pérdida de audición de cada paciente.
Los audífonos analógicos suelen tener funciones más básicas y una experiencia auditiva menos natural que los audífonos digitales.
Al carecer de la tecnología suficiente, pueden dar más problemas de acoplamiento o pitidos molestos que un audífono digital.
Los audífonos analógicos recogen las ondas sonoras a través de un micrófono. A su vez este transforma los movimientos o vibraciones en una corriente eléctrica predeterminada de fábrica. Por último esa señal de sonido se procesa de forma electrónica mediante un sistema de circuitos.
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Se caracterizan por su pequeño tubo conecta el sonido del micrófono, el cual se encuentra detrás de la oreja, hacia el canal auditivo.
Los audífonos CIC van colocados en el canal auditivo por lo que pueden convertirse en audífonos invisibles.
Los audífonos digitales son como pequeños ordenadores que procesan el sonido lo más real y adaptado posible.
Se caracterizan por su pequeño tubo conecta el sonido del micrófono, el cual se encuentra detrás de la oreja, hacia el canal auditivo.
Los audífonos ITC pertenecen a la familia de audífonos invisibles, son de los más pequeños y discretos del mercado.
Los audífonos ITE llenan parcial o totalmente el oído externo. Son los más grandes de los intra.