Tipos de tratamientos para la hipoacusia

La última actualización se ha realizado el 10/07/2024. El artículo ha sido revisado por Sheila González.

La hipoacusia, más conocida como sordera o pérdida de la audición, surge cuando una de las partes de nuestro sistema auditivo no funciona como debería.

Si los oídos no funcionan de manera correcta, el cerebro no es capaz de procesar correctamente la información que le ha llegado. Esto puede llevarnos a tener ciertas dificultades para desarrollar habilidades sociales y lingüísticas. 

Seguir el tratamiento adecuado es importante para recuperar las habilidades comunicativas que podríamos haber perdido con la llegada de la sordera.
 

Tratar la hipoacusia a tiempo es importante para recuperar nuestra calidad de vida

Es importante comprender que existen diferentes tipos de sordera en función de dónde está situada la lesión en nuestro sistema auditivo. Conocer cuál es el origen de la hipoacusia y en qué parte del oído se ha originado es importante para encontrar la mejor solución al problema auditivo.

1. Tipos de tratamientos para la sordera

La sordera debe ser tratada en consecuencia de su gravedad. El especialista en audición que le realice las pruebas auditivas, junto con su médico, serán quienes le recomienden la mejor solución a su problema auditivo. 

Existen diferentes tipos de soluciones para tratar la sordera, sean temporales o crónicas:

• Prótesis auditivas: audífonos e implantes quirúrgicos.
• Tratamiento farmacológico: corticoides, vitaminas, antiinflamatorios y antiestamínicos.
• Otras intervenciones quirúrgicas sin implantación.

1. 1. Prótesis auditivas para el tratamiento de la hipoacusia

La solución más habitual en el tratamiento de la sordera es el uso de prótesis auditivas: ya sean externas como los audífonos, o la cirugía ósea, como los implantes cocleares y osteointegrados

Audífonos

El objetivo principal de los audífonos es amplificar y ajustar los sonidos que el paciente no es capaz de percibir de forma natural. Son dispositivos discretos y van colocados discretamente detrás de la oreja o dentro del canal auditivo. 

Para poder utilizar audífonos, a diferencia del implante coclear, no es necesario realizar ningún tipo de intervención quirúrgica.
 

Utilizar audífonos es una de las formas más eficaces y rápidas de recuperar la audición.

Los audífonos se adaptan en función de la pérdida auditiva de cada paciente. El audíologo se encarga de programar el dispositivo para que la persona con hipoacusia se sienta cómoda y consiga corregir su pérdida.

Implantes auditivos

Para poder implantar de forma parcial o total estos implantes es necesario realizar una intervención quirúrgica. Existen dos tipos de implantes:

• Implante coclear. Esta prótesis convierte el sonido en impulsos eléctricos que se transmiten al nervio auditivo para que este se encargue de procesar estas señales y transformarlas en sonido.
• Implante osteointegrado o por conducción ósea. Se instala un procesador acústico en el hueso parietal, que se encarga de transmitir las vibraciones sonoras directamente al oído interno.

1. 2. Tratamiento farmacológico para la sordera

Las hipoacusias temporales, que a menudo tienen origen en patologías o infecciones leves del oído, pueden prevenirse y tratarse a través de ciertos principios activos.

• Los antibióticos son la solución más recomendada ante la otitis u otras infecciones de oído.
• Vitaminas, que suelen recetarse ante los primeros síntomas de la presbiacusia como forma de prevenir que la pérdida auditiva en personas mayores se agrave.
• Los corticoides pueden prescribirse en determinados tipos de sordera súbita, provocados por la inflamación u otros desencadenantes temporales.
• El fluoruro de sodio se prescribe para la otosclerosis, tratando de evitar que la patología incida aún más en la audición.
• Antihistamínicos y antiinflamatorios pueden recetarse para tratar la obstrucción timpánica, que podría estar provocando una hipoacusia temporal.

1. 3. Tratamiento quirúrgico

Además de las prótesis implantables, teniendo en cuenta cada caso concreto y dónde se ubica la lesión pueden prescribirse otros tratamientos quirúrgicos para tratar la pérdida auditiva:

Timpanoplastia

Cuando la membrana timpánica se perfora o rompe se lleva a cabo una timpanoplastia: una intervención quirúrgica donde se reconstruye el tímpano, colocando un injerto extraído de la propia piel de la oreja o del cartílago.

Estapedectomía

La otosclerosis es una patología intimamente relacionada con la audición. La intervención quirúrgica para su tratamiento es la estapedectomía, que consiste el hueso del estribo por una prótesis.

Miringotomía

Una otitis no tratada puede derivar en patologías relacionadas e, incluso, en una pérdida total de la audición. En la otitis media el tejido del oído medio tiende a perforarse sin haber rotura de tímpano y afecciones en esta membrana.

En este caso se lleva a cabo una miringotomía, que consiste en realizar una pequeña incisión en el tímpano para que el oído medio pueda expulsar las bacterias acumuladas que están provocando la rotura del tejido auditivo.

En los casos donde la infección tiene origen en la trompa, tras esta incisión se coloca un drenaje que permite la ventilación del oído medio y facilita su conexión con el oído exterior.

Mastoidectomía

Es la cirugía más prescrita en casos de otitis crónica, tratando de solucionar la afección ubicada en el nervio vestibular: un tumor benigno conocido como neurinoma del nervio acústico.

2. ¿Cuál es el mejor tratamiento para la sordera?

No existen tratamientos milagrosos ni ningún tipo de fármaco que puedan restaurar la audición total: existen soluciones paliativas que nos harán la vida más fácil cuando la capacidad de oír empieza a deteriorarse.

Ante infecciones o problemas no relacionados directamente con el oído, pueden encontrarse soluciones que aborden el problema de raíz y no tengamos que apoyarnos en ayudas técnicas o prótesis.

Habitualmente, la solución más prescrita para la hipoacusia son los audífonos. En cualquier caso, debemos consultar siempre con un especialista médico antes de recurrir a cualquier tratamiento y bajo ningún concepto automedicarnos.